Acto militar en la base de la División Acorazada Brunete
Base de la División Acorazada Brunete, 1982
Queca Campillo

Esta imagen es una de las fotografías más simbólicas del proceso de modernización de las Fuerzas Armadas durante la democracia española. Muestra a Narcís Serra, entonces Ministro de Defensa, alzando el brazo para protegerse del sol. Fue tomada el 8 de diciembre de 1982 en un acto castrense celebrado en la base de la División Acorazada Brunete, muy poco después de la llegada del PSOE al poder. Ese día, Serra asistió junto al presidente del Gobierno, Felipe González, y al secretario de Estado de Defensa, Eduardo Serra, a una ceremonia en la base de la División Acorazada Brunete. El gesto de Serra, captado por Campillo, fue interpretado por algunos sectores como un símbolo político, aunque en realidad se trataba de un movimiento espontáneo para resguardarse del sol. La imagen se convirtió en una de las más comentadas de la época porque reflejaba de un modo simbólico las tensiones y sensibilidades del momento político en España.

Narcís Serra, exalcalde de Barcelona y figura clave del nuevo Gobierno socialista, había sido nombrado Ministro de Defensa en diciembre de 1982. Su elección fue una señal clara de la voluntad del nuevo ejecutivo de civilizar y democratizar las Fuerzas Armadas, muy marcadas aún por el legado franquista y el golpismo reciente (recordemos el 23-F, ocurrido apenas un año antes). En este acto, rodeado de altos mandos militares condecorados y en plena ceremonia, Serra levanta el brazo con el puño cerrado, en un movimiento espontáneo para taparse del sol; sin embargo, el gesto fue leído por muchos como un símbolo de la izquierda y de la lucha antifranquista (el puño en alto), lo que causó revuelo en sectores militares y conservadores.

Esta imagen no fue una declaración política consciente, pero la fuerza de la fotografía transformó un gesto casual en un símbolo: el civil rodeado de militares, con el brazo en alto, bajo un fondo rojo intenso. Refleja la tensión de aquel momento histórico, el intento de reconciliación entre la nueva España democrática y las estructuras heredadas del franquismo, especialmente el ejército. La foto es un ejemplo del talento de Campillo para capturar lo espontáneo cargado de significado. Resume en una sola imagen el espíritu de una etapa: la transición del poder militar al poder civil, en un país que buscaba afirmarse como democracia moderna. Esta fotografía ha sido incluida en exposiciones retrospectivas sobre la obra de Queca Campillo, destacando su habilidad para capturar momentos significativos de la vida política española.

La fotografía no tiene un título oficial canónico ampliamente difundido y suele ser referida con títulos descriptivos. Como muchas de sus fotos publicadas en prensa, llevaba más bien un pie de foto explicativo que un título creativo.

Acto militar en la base de la División Acorazada Brunete (Queca Campillo, 1982)