Cuando me fui a vivir a Malasaña, en la plaza de San Ildefonso, empezaba la Movida madrileña en el barrio. Hacía fotos desde el balcón a la gente que pasaba por la calle y aquello se transformó en un proyecto que le llamé LA OTRA MOVIDA DE MALASAÑA. La vida real en el barrio donde los jóvenes vivían ajenos a la realidad de una sociedad que estaba empezando a cambiar, pero que la Movida solo representaba en parte.

 

El tipo de la pistola era un policía borracho que intentaba quitarle la cocaína a dos colombianos, como me contaron en la comisaria de la calle de La Luna cuando llevé una copia de la foto para tratar de investigar el tema. Allí me aconsejaron que me olvidara del asunto “por mi bien”. De este proyecto, hecho a lo largo de 15 años, tengo cientos de fotografías que ilustran la realidad de un barrio muy diferente a ese de los colorines que nos presenta la Movida.