Un grupo de fotógrafos nos juntamos en torno a un proyecto de Agencia que acababa de registrar con el nombre de Delta Press. Hacíamos información general y en el Día de Castilla y León tuve la oportunidad de hacer una foto de un veterano de la Guardia Civil, todavía provisto de su mosquetón, disolviendo a los grupos de manifestantes en la plaza. La foto fue portada de El País y se distribuyó en el extranjero. Al día siguiente, en la sexta planta del edificio de la Agencia EFE, donde tenía su sede Delta Press, se presentaron dos individuos que se identificaron como del Servicio de Información de la Guardia Civil, uno de ellos como capitán. Les atendí y solicitaron comprar el negativo de la foto “que creaba una mala imagen del cuerpo”. Me negué y les ofrecí que compraran una copia al precio del mercado, a lo que se negaron y se fueron bastante contrariados.

 

Un año después volvía a Villalar y me sorprendió ver al mismo guardia, esta vez armado con fusil CETME con bocacha, bajar de un Land Rover. Decidí no separarme de él por si podía conseguir alguna foto. Le pude fotografiar disparando botes de humo ante dos chicas arrimadas a un muro que se tapaban los oídos y gritaban por las explosiones. Tenía claro que había hecho, otra vez más la portada del El País. Unos segundos después noté dos manos en la espalda y una voz “Este año, Armengol, no te vas a salir con la tuya”. Era el capitán del Servicio de Información que fue a la Agencia y otros más que me llevaron en volandas, me humillaron y me quitaron el carrete empleando la violencia dentro de un Land Rover. Les rogué que no lo velaran y el capitán, aficionado a la fotografía me aseguró que lo iba a revelar: “He visto la foto que hacías”. Siempre me hubiera gustado ver la foto del guardia veterano y las chicas…una quimera.