A los dos meses y medio de la muerte del dictador, el valenciano Raimon pudo volver a cantar en Madrid tras años prohibido, pero su actuación en el Pabellón Deportivo del Real Madrid derivó de lo musical a lo político, al servir para la oficiosa presentación pública de la oposición. Destacados dirigentes de las formaciones políticas ya toleradas (Democracia Cristiana, PSOE) o que esperaban serlo pronto (PCE y sus CC.OO.) asistían en primera fila, rodeados por 6000 animosos antifranquistas que gritaban a favor de la amnistía y la libertad (que seguían sin llegar), y en contra del impuesto monarca, coreando estrofas en catalán de los ya himnos de resistencia “Al vent” y “¡Diguem No!”. Ondearon banderas republicanas, rojas y anarquistas; y subieron al escenario una pancarta reclamando la amnistía, mientras se levantaban mecheros encendidos (inicio de esta emotiva forma de expresión comunitaria en Madrid) iluminando un repleto pabellón sitiado por numerosos policías que, al terminar el acto, impidieron la formación de grupos, y horas después la autoridad gubernamental suspendió los otros tres recitales programados en el mismo recinto. Por suerte, son accesibles un disco grabado en directo y el reportaje de una televisión alemana.

Demetrio Enrique Brisset