Agradecimientos: Marisa Flórez y El País
Adolfo Suárez y la dirigente histórica del PCE, Dolores Ibárruri, ‘La Pasionaria’, en la primera sesión de las Cortes Democráticas del 14 de julio de 1977
Madrid, julio de 1977
Marisa Flórez
El País, 14 julio 1977

«De todas las imágenes de la primera sesión de las Cortes, la de este saludo es la que se irá imponiendo poco a poco, adquiriendo un espesor simbólico especial que acabará por constituirla como una alegoría del momento. En ella encontrará significación de la manera más eficaz el relato de la Transición, la narrativa que dota de coherencia a un complejo, tenso y heterogéneo proceso político. […] La imagen que simboliza el acto político no es, estrictamente, una imagen del acto. El encuentro se ha producido entre bambalinas, justo al lado del hemiciclo donde se escenificará el acto políticamente significativo unos minutos más tarde. La protagonizan dos figuras contrastadas: la más poderosa personalidad política en ese momento y una significada diputada que, aunque casi irrelevante políticamente (sobre todo teniendo en cuenta el escuálido número de diputados obtenidos por los comunistas, exceptuando Cataluña) ofrecía una solución en el terreno simbólico. Pasado y presente, vejez y juventud, exilio y establishment postfranquista, se daban la mano en un gesto que fue rápidamente entendido como de reconciliación. Lo que estaba en juego en ese acontecimiento histórico no sólo era un proceso político, sino también simbólico. El pasado debía encontrarse con el presente para poder diseñar un futuro. En otras palabras, Pasionaria aportaba un bagaje y un capital que, ante todo, servirá para legitimar el proceso que se iba a poner en marcha. Y la idea que ampararía el relato hegemónico de la Transición partiría de esa imagen de reconciliación de quienes representaban los antiguos sectores enfrentados. Se trata, por lo tanto, de una imagen culminante que se afirma como el auténtico emblema de un momento político crucial. Es la imagen necesaria para resumir el proceso político en el imaginario colectivo. El futuro, en suma, podía encontrar una legitimidad desde el acuerdo simbólico».

BENET, Vicente J. (2016). “Instantáneas” (pp. 307-310). En Carisma e imagen política. Líderes y medios de comunicación en la Transición. Valencia: Tirant Humanidades.

Adolfo Suárez y la dirigente histórica del PCE, Dolores Ibárruri, 'La Pasionaria', se estrechan la mano en la primera sesión de las Cortes Democráticas del 14 de julio de 1977. Marisa Florez
La fotografía de Marisa Flórez se publicó en la p. 10 de "El País" de la edición del 14 de Julio de 1977. El pie de foto indicaba lo siguiente: “El presidente Suárez saluda a la presidenta del PCE, Dolores Ibárruri, en el primer encuentro entre ambos políticos, ayer en las Cortes.” El cuerpo de texto de la crónica que acompañaba dedicaba un párrafo al encuentro inmortalizado entre Suárez y la Pasionaria: "Previamente a la junta preparatoria, Dolores Ibárruri acaparó gran parte de la atención general cuando llegó en compañía de otras ods diputadas del PC, y se dirigió a saludar al presidente de las Cortes. En el despacho del señor Hernández Gil, quien dijo después haberla encontrado con gran vitalidad, Dolores Ibárrri tuvo ocasión de conocer al presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, a quien le expresó este deseo: 'Que todo le salga bien'. 'Falta hará', contestó Suárez".
El gesto inmortalizado por Marisa Flórez en su fotografía, se acompañó en "El País" (14/07/1977) de una crónica ilustrada con viñetas de Peridis. La prensa dio amplia difusión al encuentro desde el día siguiente en el que se produjo. Fue portada de los periódicos "ABC", "Ya" y "Mundo Obrero". También apareció en "El Alcázar" y en algunas revistas gráficas.
La imagen ha gozado de una amplia difusión por diversos medios y catálogos. También ha sido portada del libro "Memoria y olvido de la Guerra civil española", de Paloma Aguilar Fernández (Madrid: Alianza Editorial, 1996).