Víctimas de la colza, Torneros, León 1981
Torneros, León 1981
Carlos Bosch
Interviú, enero 1982

En la primavera de 1981 una extraña afección fue extendiéndose por el territorio español dejando a su paso miles de muertos y damnificados. Pronto se descubrió la conexión epidemiológica entre la relación de casos y el consumo de aceite de colza. Un aceite de uso industrial adulterado con anilina para que pudiera pasar por aceite de oliva. El fraude implicaba a una red de empresas que operaba a través de mercadillos y de la venta ambulante domiciliaria. Es así como el envenenamiento masivo se cebó con las clases más humildes. Bosch reveló esta realidad en una serie fotográfica realizada en un pequeño pueblo de León, Torneros de la Valdería, donde veinticinco de sus cien habitantes sufrieron la intoxicación alimentaria. Una de sus imágenes nos adentra en un vientre de oscuridad, tan solo un punto de luz: el televisor que emite dibujos animados. Luz, penumbra y oscuridad formulan volúmenes y pliegues, acotando zonas de visibilidad. La escena tiene algo de fantasmal, un halo imperceptible recorre la pequeña estancia en la que se encuentran una madre y su hija ¿qué acecha? Entre los restos de lo cotidiano rastreamos esa sensación de extrañamiento. Sobre la nevera, medicación y un reloj marcando las 6 y 20, el periódico doblado, la cama donde está postrada la hija, la silla que agarra la madre en un gesto de contención. La relación materno filial parece sometida a prueba por un pasado que retorna, otro tiempo, el de la hija sana. El ligero picado, las líneas de tensión oblicuas y la intermitencia luminosa convierten lo doméstico en algo opresivo. Las miradas son la parte esencial en el espacio representacional, la de la madre hacia la hija, la de la hija a la ficción que se desarrolla en el aparato eléctrico. De ese lugar llega la tercera mirada, la que proyecta el Pato Donald. El eje de miradas que se establece entre el personaje dibujado y la niña produce la sacudida. El dibujo, asociado a lo infantil, en contraste con el cuerpo asolado por las secuelas del veneno parece una mofa cruel.

Víctimas de la colza, Torneros, León 1981 (Carlos Bosch)
Interviú, nº296, 13-19 enero 1982, pp. 14-18